Rhodococcus
equi es un microorganismo productor de
zoonosis, causante de neumonía granulomatosa y absceso de pulmón en los potros
con menos de seis meses de edad. Rhodococcus equi es un patógeno ambiental con
distribución universal que se encuentra en el aire, el agua y la tierra. El contacto directo con los animales, sus excrementos y con el
estiércol puede ser el origen de la infección, siendo la inhalación el
mecanismo de transmisión más probable, aunque también es posible adquirirlo por
inoculación a través de la piel, membranas mucosas e ingestión oral. R. equi se
presenta en el suelo y pastOS de la mayoría de todas las granjas equinas,
aunque la incidencia de la enfermedad clínica en las granjas tiene una gran
variación. Es probable que esto sea el resultado de las diferentes
concentraciones de la bacteria en el suelo, virulencia del organismo y factores
de manejo.
Es una patología muy contagiosa y peligrosa para la vida del potro por lo que es conveniente avisar al veterinario a la mayor brevedad si se detectan potros con signos de infeccion por R. equi. La prevención también es de suma importancia para evitar este tipo de patología.
SIGNOS CLÍNICOS
La manifestación clínica más frecuente de
infección por R.
equi en potrillos es una bronconeumonía
supurativa crónica con gran número de abcesos. La difusión lenta
de la infección pulmonar sumada a la habilidad destacable en los potrillos de compensar la pérdida de capacidad pulmonar
progresiva, hacen difícil el diagnóstico clínico precoz de esta afección.
- Primeros signos clínicos son la fiebre
moderada y un aumento de la frecuencia respiratoria, solamente detectable,
cuando los potrillos corren haciendo ejercicio, o
estan nerviosos por el manejo al que están sometidos.
- Signos Avanzados de Neumonía incluyen: pérdida de
apetito, letargia, fiebre, aumento de la frecuencia respiratoria y esfuerzo respiratorio caracterizado por
apertura de los ollares y presencia de participación
abdominal en la respiración. La tos y descarga nasal bilateral no están siempre presentes.
Un pequeño porcentaje de
potrillos afectados puede presentar una forma subaguda que es más desvastadora.
Estos potrillos pueden encontrarse muertos o con
fallo respiratorio agudo, con fiebre alta y sin previa presentación de signos
de enfermedad respiratoria.
Otros signos que pueden presentarse:
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Potro con distensión sinovial debido a R. equi |
- Abscesos
abdominales grandes, con extensas adherencias al aparato gastrointestinal y
otras vísceras abdominales. Estos potrillos pueden presentarse a la primera
consulta por cólico y/o pérdida de peso. El pronóstico para la recuperación de
los abscesos abdominales debido a R. equi es malo, aun con
antimicrobianos y terapia de sostén amplia.
- Secuelas inmunomediadas de la
infección por R. equi como es la distensión sinovial de múltiples articulaciones debido a sinovitis por
complejos inmunes. Los potrillos con sinovitis por complejos inmunes
pueden estar rígidos, pero rara vez muestran cojera.
DIAGNÓSTICO
Suele hacerse un diagnóstico presuntivo basado en:
- Cuadro clínico
- Cultivo bacteriano (según la situación inmunológica, la procedencia de la muestra, el tiempo necesario para
el crecimiento, la morfología de la colonia y las características fenotípicas
de la cepa)
- Hematología y bioquímica sanguínea: Los parámetros clínicos compatibles
con infección por R. equi incluyen hiperfibrinogenemia, leucocitosis y trombocitosis
- Radiología
- Ecografía
PREVENCIÓN
Hay un crecimiento progresivo de infección
en aquellas ganaderias con una larga historia en la cría de caballos, de manera que aquellos que han sido usados por muchos
años en la cría, presentan una infección enzoótica, asociada con la alta
población de
yeguas y de potrillos y con características
especiales del suelo (arenoso y polvoriento). Los potrillos mantenidos en corrales sobrecargados de materia fecal, con mucho
polvo, constituyen un gran desafío al mantenee a la bacteria en forma virulenta
y favorecer la presentación clínica de la
enfermedad. Los corrales deben rotarse para disminuir la concentración de R. equi, eliminando la posibilidad de inhalación del
organismo. El terreno seco y arenoso debe ser cultivado y el
sistema de riego debe utilizarse antes de permitir
el acceso a los potrillos, disminuyendo el polvo. El diagnóstico precoz de los
casos de R. equi,
el aislamiento y tratamiento de los potrillos infectados, reduce la
contaminación de cepas virulentas y disminuye los costos de la terapia.